¿Estás interesado en asistir a una clase de yoga por primera vez? Sigue leyendo…
En Quito existen numerosas academias y estilos de yoga. Sin importar cuál elijas, estos tips te ayudarán a estar más preparado y tranquilo antes de tu primera clase.
1. Llega temprano
Llegar 10 a 15 minutos antes del inicio de tu clase de yoga te dará tiempo suficiente para familiarizarte con el espacio, guardar tus cosas, apagar tu celular y llenar formularios de registro. En la primera clase es muy probable que tu profesor quiera conversar contigo para saber si tienes alguna lesión o condición médica importante que deba considerar. Estos minutos te permitirán aliviar los nervios del alumno nuevo. No llegues demasiado temprano ya que puede ser que tu profesor este alistando el espacio o esté ocupado con una clase anterior. Toma en cuenta también el tráfico vehicular de Quito para calcular bien tu hora de llegada.
2. Escucha a tu cuerpo
Durante tu práctica, siente que te estás esforzando, pero no lastimando. Cada cuerpo es diferente. El foco de la práctica de yoga no son los estiramientos exagerados ni el llegar a una determinada postura, sino el viaje que haces a tu interior para percibirte y sentirte. Ahimsa, el principio de la no-violencia, es uno de preceptos fundamentales del yoga e incluye el respeto a ti mismo y a los límites naturales de tu cuerpo. Nunca te empujes hasta un punto que sea doloroso.
Habla con tu profesor acerca de tus condiciones de salud al inicio de la clase en especial si tienes alguna lesión. Tu profesor te dará ciertas variaciones que se adapten a tu cuerpo.
Una clase de yoga puede ser muy beneficiosa para desarrollar la fuerza y flexibilidad que necesites para ayudarte en la recuperación de una condición. Siempre pregunta a tu médico antes de comenzar cualquier entrenamiento.
3. Concéntrate en la respiración
Hacer yoga se trata de permitirte entrar en un estado de armonía entre tu cuerpo y tu mente. Un elemento importantísimo para llegar a eso es el manejo consciente de la respiración. Tu respiración es la manera en la que intercambias energía con el mundo, por ello, debes aprender a gestionarla para hacerla más efectiva. Existen varias técnicas llamadas Pranayamas y algunos profesores las integran desde la primera clase. No te preocupes por hacerlo todo perfecto desde el comienzo, la práctica es todo.
4. Déjate guiar por tu profesor
En las primeras clases es posible que te preocupes mucho en la alineación y que tu profesor haga correcciones con el objetivo de evitar lesiones. Con la práctica, tu atención se centrará más en otros elementos como, por ejemplo, el manejo de tu respiración y el fluir de tus emociones. Pero ya que es un proceso paulatino de enfocar la atención en distintos elementos, es importante dejarte guiar por lo que tu profesor te aconseje.
5. Enfócate en tu propio progreso, no te compares.
Siempre habrá una persona más o menos flexible y fuerte que tú, sobre todo cuando comienzas a practicar. La práctica de yoga no es una competencia, sino un momento para mirarte sin juicios y sin compararte con los demás.
Al enfocarte en ti mismo podrás sentir distintas emociones que fluyen a través de tu cuerpo. No te asustes, ya que estas emociones pueden ser positivas, como el efecto relajante de las flexiones hacia adelante, o un reto que quizá puede provocarte ansiedad, como en la postura de la paloma. Lo importante es respetar tus espacios sin llegar a lastimarte y concentrarte en respirar.
6. Investiga acera del estilo del profesor y enfoque del centro de yoga.
En el mundo del yoga existen varios estilos que nacen de distintas tradiciones, pero lo que importa es la esencia del aprendizaje y que te sientas a gusto aprendiendo con un maestro que comparte su práctica desde el corazón. Podrás encontrar varios estudios y centros de yoga que se enfocan en Anusara, Vinyasa, Yoga Aéreo, Kundalini, Ashtanga, Ananda, Hot Yoga, Power Yoga, Iyengar, Sivananda, Krishnamacharya Yoga, Yoga Nidra, Nada Yoga, etc.
Mantén una mente abierta mientras descubres el estilo que más te gusta. Lee sobre la base de estas prácticas y elige la que más resuene contigo.
7. Viste ropa cómoda
Lo más importante es sentirte cómodo con lo que llevas puesto. Recuerda que el yoga es para todos, y no importa que lleves o no puesta la última moda de marcas.
No uses ropa muy floja para prevenir que se resbale en posturas invertidas o inclinaciones hacía adelante. Además de la blusa o camiseta que te vayas a poner, puedes llevar un saco ligero para usarlo durante la relajación final o Shavasana, ya que la temperatura corporal baja en ese punto de la práctica.
El yoga se practica descalzo porque tus pies no deben resbalarse en el tapete de yoga o mat.
Dado que el clima de Quito usualmente es frio, si quieres usar medias consigue unas que tengan suela antideslizante.
8. Respeta el espacio de los demás
Como en todo, hay ciertas etiquetas básicas que son importantes de recordar. Apaga tu teléfono celular, o si tienes alguna emergencia y debes recibir llamadas, díselo a tu profesor al inicio de la clase y ponlo en vibración cerca de ti.
Deja tus zapatos en el espacio designado, que normalmente es fuera de la sala de yoga. No camines sobre el tapete de yoga de alguien más, ya que ese es el espacio de práctica personal. Limpia tu tapete al final de cada práctica, para evitar malos olores, bacterias y hongos indeseables en tu espacio de práctica, ya sea que uses el mat del estudio o el tuyo. En algunos lugares tienen un aspersor con un líquido y un trapo designado para eso.
9. Qué comer antes de la practica
Es mejor no practicar con un estómago lleno, pero tampoco es recomendable hacerlo con un estomago completamente vacío. Ambos extremos pueden hacer que te sientas mareado o bajo de energía.
Para algunas personas la primera clase de yoga es un reto físico más grande de lo que piensan, por lo que algunos profesores recomiendan no comer nada dos horas antes y no tomar agua durante la práctica.
Evita consumir alcohol, mucha azúcar o cafeína antes de tu clase. Es una buena idea comer un pequeño snack que te de energía y que sea rápido de digerir, como por ejemplo una banana, un smoothie de vegetales y frutas, nueces, o un yogurt. Esto te dará la suficiente energía como para sentirte bien.
10. No te preocupes de la terminología complicada
En las clases de yoga se suelen usar palabras en sánscrito (el idioma antiguo de los Vedas) para denominar posturas, ejercicios de respiración y otras técnicas. No te preocupes de memorizarlas ya que con el tiempo te familiarizarás con esos términos. Si tienes una duda siéntete tranquilo de preguntar a tu instructor.
11. Relájate y disfruta de la relajación final
Shavasana, o la relajación final, es una de las partes más importantes de la práctica. Hay algunos maestros que dicen que esta es una de las partes más difíciles, ya que intentas dejar tu mente en blanco mientras estas tendido sobre el piso, o sobre el columpio en el air yoga, con tu cuerpo totalmente relajado. Aquí es donde se integra todo el trabajo de las posturas en todos tus cuerpos, físico, mental y emocional, se calma tu sistema nervioso, y te permites simplemente SER, escuchando tu respiración y el latido de tu corazón.
12. Mantén tu mente y corazón abiertos
La práctica de yoga te mueve emociones por lo tanto es importante estar dispuesto a experimentar y dejar ir todo lo que sientes. Es probable que en algunas posturas o asanas te sientas muy feliz y que en otras sientas ganas de llorar. Solo deja ir todo y fluye sin juzgarte, el cuerpo contiene memorias que a veces se liberan, y estar consciente de ello te permitirá avanzar mejor en tu práctica.
Espero que estos tips te ayuden a disfrutar más tu primera clase de yoga. Si tienes dudas o preguntas hazlas en los comentarios más abajo o envíanos un mensaje, será un gusto conectar contigo.